desconexión relación pareja qué hacer
La desconexión ha llegado a mi relación de pareja, ¿qué puedo hacer para solucionarlo?

FECHA

El estilo de vida que llevamos y las miles de tareas que se nos acumulan a diario hacen que los niveles de estrés a los que estamos expuestas nos hagan explotar más a menudo de lo que nos gustaría. 

¿Cuántas veces has pagado con tu pareja el cansancio tras una mala noche con tu hijo/a? ¿Se te ha escapado algún grito o mala palabra al llegar a casa por culpa de un mal día en el trabajo?

Es muy común que al intentar contenernos y no hablar mal a  nuestros hijos, cambiemos de foco y todo recaiga en mayor medida sobre nuestra pareja, -aunque tampoco tenga culpa de nada-, ¿verdad?

Esto hace que cada vez la bola se vaya haciendo más grande, nos vayamos alejando, nos desconectemos más e incluso lleguemos a pensar que ya no estamos tan enamorados como al principio, porque las mariposillas del estómago desaparecen hasta el punto de parecer que hablamos idiomas distintos.

La llegada de los hijos afecta a la pareja

Una realidad que nos guste más o menos está ahí y afecta a muchas familias, sobre todo, cuando no tenemos bien definidos nuestros valores familiares, no hemos hablado sobre cómo, cuándo y cuántos hijos queremos tener, nuestros límites, la línea educativa que nos gustaría seguir… Es más, hay parejas que incluso descubren a lo largo de los años que la otra parte no quiere tener hijos y empiezan los problemas. 

En definitiva, la mala comunicación entre los miembros de la pareja es uno de los principales desencadenantes de la desconexión, porque ya no es solo que no nos comuniquemos, es que no sabemos hacerlo de forma afectiva y efectiva, damos muchas cosas por hecho y creemos que porque llevemos muchos años juntos, nuestra pareja tiene que conocer lo que pensamos, sentimos e incluso, necesitamos.

Si te sientes reflejada con mis palabras quiero darte la enhorabuena, porque ya eres consciente de los problemas que estáis teniendo y lo más importante, estás buscando la forma de solucionarlo con información con la que empezar a trabajar para reconducir la situación, porque la tiene.

Para ayudarte en este camino que estás empezando, te dejo varias publicaciones del blog con consejos, tips y herramientas con las que estoy segura, vas a conseguir empezar a dar esos pequeños pasos gracias a los que conseguirás mejorar tu relación.

Se tú el cambio que quieres ver en tu pareja

Siempre debemos poner el foco en nosotras mismas, ya sea con nuestros hijos o nuestra pareja, es indiferente. Debemos esforzarnos por ser el cambio que queremos ver en los demás, por lo que te recomiendo que dejes de lado los juicios, críticas y reproches, no te van a servir de nada más que para empeorar la situación.

Intenta empatizar con tu pareja, comprender su punto de vista, cómo le pueden influir sus vivencias y experiencias en la forma en la que ahora hace o quiere hacer las cosas…

Todos, en mayor o menor medida, tenemos una mochila pesada en nuestras espaldas que nos condiciona y perfila nuestra personalidad, es importante aprender a mirar más allá, hablar mucho y cuidarnos mucho para ser capaz de controlar nuestros impulsos, malas palabras, contestaciones fuera de tono y ser más pacientes a la hora de afrontar los problemas que pueden surgir en el día a día del hogar.

Enfocarnos en hacer equipo y buscar soluciones. Dejar de pensar que sois dos rivales buscando ganar la batalla y volver a unir fuerza para juntos, superar todos los retos y dificultades que puedan aparecer, pero para conseguir esto, es fundamental una buena comunicación, sentarnos a dialogar cuando estemos tranquilos, sin niños correteando por casa, sin televisores, móviles, tablets ni ruidos externos que nos hagan perder el foco de lo más importante que tenemos delante, que es nuestra pareja.

Y, por supuesto, nunca dejes de admirar a tu pareja, esas cosas que tanto te gustaron de él o ella cuando lo conociste y agradece tener a esa persona a tu lado.

Cómo afrontar las diferencias a la hora de educar

Una vez más, te aconsejo que pongas el foco en ti. Es muy común al convertirnos en mamás que aparezca ese instinto de leona protectora que no deja que nada ni nadie toque a su bebé recién nacido y hoy en día, con la cantidad de información que tenemos a nuestro alcance, llegamos a pensar que la única forma correcta de hacer las cosas es la nuestra. 

Analiza la situación actual de tu hogar, si quizá no estás teniendo en cuenta las aportaciones y opiniones de tu pareja, si le estás exigiendo demasiado, si le dejas hacer o no las cosas, aunque sea a su manera. Todos queremos sentir pertenencia y contribución y quizá sin darte cuenta, lo estás apartando, menospreciando, invalidando, algo que también produce mucha frustración en la otra parte.

Así que, si con los niños han llegado las diferencias a la hora de educar, no juzgues, exijas ni critiques su forma de hacer las cosas, siempre que no se sobrepasen los límites infranqueables que tengas y, por supuesto, le hayas comunicado con antelación, recuerda:

  • El ejemplo arrasa

No vamos a intentar convencer de nada a nadie, es un trabajo inútil con el que lo único que conseguiremos es quitarnos energía y hacer que nos enfademos al no obtener los resultados que queremos. Centrémonos en mostrar lo que a nosotros sí nos funciona.

Vamos a mostrar los beneficios educando con herramientas respetuosas para todos, para que pueda comprobar por sí mismo que tiene sus ventajas, que nos hace sentir bien, nos conecta con los niños/as y hay más tranquilidad en nuestro hogar.

  • Enfócate en las fortalezas

Valora sus pequeños avances y las cosas que hace bien. Cada persona tiene su ritmo, su trabajo interno y estamos hablando de un proceso de cambio que no es fácil y requiere de tiempo, paciencia y práctica.

Los errores van a estar ahí siempre, todos los cometemos y los seguiremos cometiendo, vamos a aprender de ellos, sin boli rojo que los señale, alentemos a la persona a seguir por ese camino y reconozcamos su esfuerzo por intentar cambiar.

  • Empatía, compasión y conexión

Somos un equipo, así que debemos centrarnos en que todos los miembros de la familia se sientan bien, atendidos, valorados y tenidos en cuenta. Todos debemos sentir que nuestras necesidades son tenidas en cuenta, ese es el único camino para conseguir el buen ambiente familiar y que todos estemos felices y conectados.

Si con toda esta información sientes que no es suficiente, si intentas implementar alguna de las herramientas pero no consigues que te funcionen o necesitáis un empuje adicional, no dudes en pedir tu sesión de valoración gratuita en la que analizaremos tu caso concreto y con honestidad te ofreceremos las soluciones, un plan de trabajo adaptado 100% a tu familia, a tu relación de pareja y a combatir esas dificultades que no os dejan avanzar, disfrutar de vuestra relación y la crianza de tus hijos. 

Hasta aquí el artículo de hoy, espero que te haya gustado, te sirva de ayuda, aliento y te de un poquito de luz a la hora de detectar el desencadenante de los problemas con tu pareja y cómo puedes empezar a trabajar para reconducir la situación.

¿Cómo ha afectado la llegada de los hijos a tu relación de pareja? ¿Han aumentado las diferencias y los conflictos? ¿Qué estás haciendo para solucionarlo? Si te apetece, déjame tu experiencia y reflexión en los comentarios, me encantará leerla.

Un abrazo y gracias por estar aquí,

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