¿como puedo conseguir que mi pareja eduque en positivo?
¿Cómo puedo conseguir que mi pareja eduque en positivo?

FECHA

Esta es, sin duda, una de las problemáticas más frecuentes a la que se enfrentan las familias que empiezan a interesarse por “esta nueva forma de educar”.

La educación respetuosa cada vez está cogiendo más fuerza. Educar en positivo, desde la calma y el respeto mutuo es un objetivo a corto plazo para muchas familias, que cansadas de las amenazas, chantajes, gritos y castigos, quieren conseguir un mejor ambiente en sus hogares.

Pero si ya es difícil decidirse a dar el paso en esta sociedad en la que vivimos, en la que por suerte, cada vez son más las familias que valoran como se merece a la infancia, sus necesidades y la gestión de sus emociones -cosa que no puede hacerme más feliz-. 

También tenemos que reconocer que aún queda mucho trabajo por hacer para conseguir dejar de lado el autoritarismo, las relaciones verticales y las falsas creencias sobre la educación.

Si además los dos miembros de la pareja no hacen equipo y tienen puntos de vista diferentes, la cosa se complica un poquito más. 

Mamá -porque normalmente es mamá- ha escuchado algo de que “hay una forma diferente de hacer las cosas”. Empieza a investigar, a informarse y formarse sobre este tipo de crianza alternativa. Porque cuando conoce los beneficios que tiene a largo plazo para sus hijos hacer las cosas de esta manera, no tiene ninguna duda de que esto es lo que quiere para su familia.

¡Voy corriendo a contárselo a papá!, pero al darle unas leves pinceladas a su pareja, se da de frente contra un muro de falsos mitos y creencias, que sabemos que surgen desde el desconocimiento, pero que le hacen frenar en seco, dudar e incluso replantearte si es la mejor opción o quizá es preferible continuar “como se ha hecho hasta ahora, que así las cosas van bien”.

Y esto en el mejor de los casos, puede ir a peor y que empiecen las luchas de poder por ver quién de los dos lleva razón, que tipo de educación es mejor, los reproches, juicios, humillaciones, contradicciones delante de los niños, imposiciones…

¿Piensas que de esta forma la otra parte estará receptiva ante el nuevo paradigma educativo que estás planteando? ¿Quieres saber la mejor forma para conseguir el cambio de mirada en tu pareja? ¡Sigue leyendo!

El punto de partida, los valores

Esto que te voy a exponer ahora es algo fundamental y que no solemos hacer cuando comenzamos una relación de pareja, pero que es un gran punto de partida para las familias.

Pensamos y damos por supuesto que más o menos vamos a tener los mismos valores que nuestra pareja.

Pero tenemos que ser conscientes de que venimos de vidas diferentes, partimos de familias distintas, familias que consciente o inconscientemente nos han transmitido una serie de valores, que unidos a nuestras experiencias, creencias, emociones y vivencias, hacen que tengamos nuestra propia mochila y valores personales, por lo que nos encontramos con dos mochilas cargadas que tenemos que poner en común si queremos que la familia funcione.

Me gustaría puntualizar que para mí el término familia no aparece cuando tenemos a nuestro primer hijo. La pareja en sí ya es una familia, con un sistema de valores único y particular, por eso es tan importante poner en común esos valores que marcarán el camino que vamos a recorrer junto a este compañero o compañera de viaje que hemos elegido para la vida.

-Definir esos valores, vuestros, únicos y que queréis transmitir a vuestros hijos, os va a liberar,

así vais a saber hacia dónde queréis marcar la línea educativa-.

Una educación sin valores no es posible, y ese choque de valores es lo que nos remueve y provoca las diferencias a la hora de educar a nuestros hijos.

No le tengas miedo a la diferencia

La diferencia en sí no es mala, tenemos que integrarla y aceptarla en nuestra vida.

Cada ser humano, cada miembro de la relación de pareja es único, y esa diferencia puede ser un valor añadido, tenemos que verla como un punto de enriquecimiento para la pareja.

Estoy segura que antes de ser padres te pasaba, admirábas cosas de esa persona que eran totalmente diferente a ti.

Los intereses comunes estaban ahí, había cosas que os gustaban a los dos, pero también estaban esas otras, eso que tú no tenías pero la otra parte sí, y tienes que reconocer que te encantaban.

Puede que fuese su asertividad, su sentido del humor, la familiaridad y confianza a la hora de tratar con los familiares y amigos, ese buen ambiente que creaba, su mirada picarona… 

Seguro que ahora mismo tienes una sonrisa en la cara recordando esos detalles que te enamoraron.

A eso me refiero cuando digo que la diferencia es positiva, porque si sabemos gestionarla bien, es un regalo de crecimiento para ambos que puede llegar a enriquecer muchísimo una relación y una familia.

El fallo está en las formas

Ahora te pido que pares un momento y reflexiones sobre cómo estás afrontando este problema.

Quieres hacer equipo con tu pareja, que te apoye en esto de cambiar la forma de educar hacia una más respetuosa, horizontal y colaborativa, ¿pero estás dando ejemplo con tu actitud?

Me explico mejor. Puede que cada vez que tu pareja regañe a tus hijos le estés examinando, juzgando, incluso contradiciendo delante de los niños “esto así no, hazlo de tal manera, tienes que hacerlo de esta forma”… 

Estás llegando a imponerle cómo tiene que abordar determinadas situaciones, lo estás humillando delante de vuestros hijos, no le estás brindando la confianza que se merece, parece que no confíes en que pueda resolver por sí mismo la situación.

-Una persona que no se siente bien, no va a actuar bien-. 

Todo ser humano necesita sentir pertenencia, sentirse admirado, querido, valorado, sentir conexión.

Es importante que tu pareja se sienta valiosa, porque la mejor forma de sentirse mejor para educar mejor es ser tenido en cuenta.

Demuéstrale que pertenece, que su opinión importa, que te importa, que sepa que eres capaz de llegar a acuerdos y sobre todo, cumplirlos.

Recursos respetuosos para todos

Si quieres conseguir ese cambio de mirada en tu pareja necesitas herramientas que funcionen. 

Te dejo a continuación un breve resumen de recursos que estoy segura te van a servir de ayuda para afrontar esos pequeños conflictos y diferencias a la hora de decidir la forma de educar a vuestros hijos y van a mejorar vuestra relación de pareja en todos los sentidos:

  • En primer lugar recuerda, mamá y papá son equipo. 
  • La familia empieza con la pareja, no con los hijos.
  • Apuesta por una comunicación eficaz, positiva, que promueva la unión, el respeto y la conexión.
  • Deja de lado las críticas, juicios, humillaciones, chantajes y obligaciones -si no los quieres para tus hijos, para tu pareja tampoco.-
  • Enfócate en el diálogo y en las soluciones. Un recurso que me gusta muchísimo son las reuniones de pareja, es una forma respetuosa de llevar a cabo la búsqueda de soluciones desde la calma.
  • Trabaja la escucha activa. Es fundamental para que todos tengamos libertad y confianza para abrirnos.
  • No des consejos que no te hayan pedido, a veces no necesitamos que nos ayuden, necesitamos que confíen en nosotros.
  • Afronta las dificultades con sentido del humor. Reírse cambia la dinámica del cerebro, pero recuerda, broma siempre es cuando nos reímos los dos.
  • Sé empática con tu pareja. Fluye y respira, intenta comprender su punto de vista, solemos ser muy empáticos con nuestros compañeros de trabajo, nuestro jefe, nuestras amigas, pero con nuestra pareja nos cuesta mucho, es importante trabajarlo también.
  • Genera confianza, el error no es malo, forma parte de nuestra naturaleza y es necesario para el aprendizaje.
  • Modela con tu ejemplo también con tu pareja, incluso en la búsqueda de soluciones, que te vea resolver los conflictos del hogar de forma respetuosa. Ya verás como al ver los resultados, captas su atención e intenta probarlo -cuando no estés mirando-.

Para finalizar me gustaría que te quedaras con este mensaje.

Tu pareja no es tu enemigo, sois equipo, ambos queréis lo mejor para vuestros hijos y tu pareja sigue siendo ese ser maravilloso a quien elegiste para acompañarte en esta maravillosa aventura de la paternidad, y de la vida.

No podemos cambiar a nadie, solo a nosotros mismos, y no todo el mundo está preparado para hacerlo. Expón tus límites, llegar a acuerdos y unir vuestros corazones, no es fácil, pero os hará sentir muy orgullosos.

Me encantaría que me dejases en comentarios tu opinión sobre todo esto que te he contado hoy. Si este post te ha servido, te ha ayudado y te ha alentado a querer hacer las cosas de otra manera y encontrar ese punto de equilibro con tu pareja. Estoy deseando leerte.

Un abrazo y gracias por estar aquí,

Photo by Ilya Pavlov on Unsplash

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