Llevamos un ritmo de vida vertiginoso en muchas ocasiones: el trabajo, los niños, la casa, las tareas visibles e invisibles, el cuidado de la alimentación, el deporte, cuidado personal…
Esto hace que tengamos la sensación de tener poco tiempo para poder pasarlo con nuestra pareja. Algo que con frecuencia escucho a parejas de mi alrededor.
“Las cosas no son como antes porque tenemos tantas cosas que hacer que no nos da para mirarnos a los ojos durante cinco minutos seguidos”
Personalmente creo que es cierto que el tiempo disminuye en relación con todas las tareas visibles e invisibles que tenemos que llevar a cabo en nuestro día de 24 horas, pero también podemos ser conscientes de nuestras prioridades y elegir libremente en qué invertimos los minutos de los que disponemos.
La falta de tiempo, una verdad a medias
No quiero que aumente la sensación o el sentimiento de culpa porque no es mi intención.
Lo que quiero es que seamos conscientes de en qué empleamos nuestro tiempo y, a partir de ahí, veamos cómo podemos gestionarlo para tener espacios dedicados a nuestra pareja, si así lo deseamos.
Es verdad que tenemos responsabilidades que hacen que no tengamos horas y horas a nuestra disposición y que, si hacemos una comparación con el tiempo que nos dedicábamos cuando empezamos a estar juntos, ahora es un tiempo muchísimo más reducido.
Pero de ahí a decir que no tenemos tiempo, tampoco creo que sea de justicia.
Si hacemos un esquema del tiempo de un día laborable tendremos el trabajo, el desplazamiento al trabajo, la comida, el deporte, los niños, preparar el día siguiente, lavadoras y demás cosillas.
Pero también podemos mirar, ¿cuánto tiempo dedicamos a redes sociales? ¿y al móvil?
¿Dónde dedicamos los minutos que tenemos a nuestra disposición?
En muchas ocasiones van dirigidos a “liberarnos” de esas tareas y los dedicamos a las redes sociales, a mirar el móvil, a escribir mensajes de texto… y esta bien, entiendeme.
Pero veo parejas que se van a comer juntas y están toda la comida mirando el teléfono.
Hombre, si puedes dedicar un par de horas a una comida de pareja, deja la tecnología a un lado y mira a los ojos a la persona que te acompaña. Dedícale tu atención, tu escucha activa…
Y quiero dejar claro que dedicar tiempo a la pareja no significa irnos a comer juntos en el fin de semana. Si se hace está bien, pero no poder hacerlo no significa que no dediquemos tiempo a nuestra pareja.
A veces es cuestión de tener unos minutos tranquilos al final del día, contarnos cómo nos ha ido el día, si nos hemos echado de menos, agradeciendo ese café de la mañana o el mensaje que recibimos para decirnos que nos quieren a la hora del almuerzo…
Consiste en dedicarnos los minutos que podamos sin juicios, sin culpa, solo con amor, con mirada, con gestos, con una caricia…
En iPhone tenemos disponible un avisador semanal que nos monitoriza el tiempo que dedicamos al uso del móvil y a las diferentes aplicaciones que tenemos.
¿Estás dispuesto a ser consciente del elevado tiempo que dedicamos a ese pequeño aparato electrónico?
Es bueno ser consciente de dónde invertimos el tiempo para poder gestionarlo poniendo el foco en lo que sí podemos hacer.
Y sé que hay días muy complejos, muy llenos de reuniones, de trabajo, de niños que consiguen dormirnos a nosotros y no al revés, de cansancio, pero seguro que entre todo y nada, podemos encontrar nuestra fórmula perfecta que nos haga sentir cómodos con nuestra pareja.
Hasta aquí el post de hoy, espero que te ayude a ver que el tiempo que podemos elegir podemos dedicarlo de forma consciente a nuestra pareja. Es cuestión de prioridades y de querer, no lo dudéis.
Y si quieres hablar de una forma más personal, me tienes aquí al otro lado, para ayudarte a reconectar con tu pareja tras años e hijos de relación. Escríbeme a info@educarencalma.com, ¡te estoy esperando!
Un abrazo y gracias por estar ahí,
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