10 herramientas disciplina positiva niños
10 Herramientas de Disciplina Positiva para peques de 0 a 3 años

FECHA

Cada vez son más las familias interesadas por esta metodología educativa, esta filosofía de vida llamada Disciplina Positiva, movidas por el deseo de dejar de lado el autoritarismo e iniciar un nuevo camino basado en una educación respetuosa, formando parte de ese cambio de mirada que tanto necesitan nuestros pequeños/as.

Si me conoces de hace tiempo ya me habrás escuchado decir en más de una ocasión que somos la generación bisagra, esa gran generación que está trabajando en curar las heridas de su niño interior, ese niño/a que quizás no fue tratado/a con el respeto que se merecía, y a su vez, también trabaja en aprender nuevos recursos con los que acompañar la crianza de sus hijos desde la amabilidad, el respeto, la libertad, responsabilidad y colaboración que nuestros hijos necesitan.

¿Es la Disciplina Positiva una nueva moda educativa?

Me gustaría hacer una pequeña introducción sobre los inicios de la Disciplina Positiva, por si eres nueva por aquí y porque aún hoy en día está muy extendida la creencia de que esta corriente educativa es una “moda”.

Pero si quiero hablar sobre los inicios de la Disciplina Positiva tengo que trasladarme a los años ochenta, unos años en los que dos psicólogas llamadas Jane Nelsen -madre de 7 hijos- y Lynn Lott -madre de 2-, a raíz de los retos que se les presentaban en su día a día con sus pequeños/as, experimentaron una gran frustración ya que, a pesar de su formación, conocimientos y de ser psicólogas, no conseguían que esas dificultades desaparecieran. 

Por este motivo, en un momento determinado en el que se encontraban trabajando sobre la psicología individual de Alfred Adler, decidieron unir las enseñanzas de la psicología adleriana con sus conocimientos y experiencias y fundar este modelo pedagógico cada vez más extendido y valorado en todo el mundo, la Disciplina Positiva.

Si te apetece profundizar un poco más sobre en qué consiste la disciplina positiva, aquí tienes el enlace al episodio del podcast en el que hablamos sobre qué es y cómo puede ayudarte en la educación de tus hijos.

¿Por dónde puedo empezar?

Lo sé, es probable que hayas decidido dar el paso pero no sepas cuándo, cómo y por dónde empezar, así que para ayudarte y que tengas a mano recursos para empezar a aplicar y trabajar, he escrito este post, en el que he recopilado las herramientas básicas que vas a poder implementar a partir de hoy mismo con tus hijos/as. ¡Comencemos!

Herramientas de Disciplina Positiva de 0 a 3 años

1. Hablad sobre los sentimientos.

Háblale mucho, muchísimo, desde muy pequeñito/a, aunque pienses que no te está entendiendo. Es fundamental para que empiece a conocer sus sentimientos, cómo puede expresar sus emociones y cómo no debe hacerlo.

Esta herramienta te permitirá fomentar la conexión con tu hijo/a y favorecer la confianza para que cuando sea más mayor se sienta cómodo/a al hablar contigo sobre sus sentimientos, teniendo la certeza de que lo comprendes y no lo juzgas.

Por ejemplo, si lanza juguetes al estar enfadado/a, puedes decirle “entiendo que estés molesto/a por tener que irnos. Al lanzar ese juguete puedes hacerte daño o dañar a alguien, ¿golpeamos mejor una almohada?

2. Muéstrale cómo puede hacerlo, haciéndolo juntos.

Los niños pequeños no siempre están preparados para hacer las cosas que queremos que hagan. 

Es importante que sin prisas y siendo consciente de si realmente está preparado/a, dediques el tiempo que necesite en enseñarle y mejor aún, hacerlo juntos/as.

Los niños aprenden a través del juego, por lo que siempre que sea posible, dale una vuelta y plantea las tareas rutinarias, lavado de dientes, baño, recoger los juguetes…, como un juego, verás como se lanza corriendo a llevarlas a cabo.

3. Conexión antes que corrección.

Antes de pedirle algo a tu hijo/a, asegúrate que tienes su atención. Ponte a su altura, establece contacto visual e incluso físico, tocándole un hombro o cogiéndole de las manos.

Evita pedirles cosas desde otra habitación, puede que esté concentrado/a en una actividad y no escuche lo que necesitas.

4. Mantén la calma.

Cuando tu hijo/a esté sintiendo emociones intensas es importante que mantengas la calma.

Enséñale habilidades para que pueda tranquilizarse en esos momentos como escuchar música, dibujar, respiraciones lentas y profundas… 

Investigar juntos qué actividad le viene mejor a él o ella para relajarse.

5. Verifica tu reacción.

Los niños pequeños pueden interpretar tus reacciones de enfado como algo divertido y repetirlo mientras se sigue riendo. 

Tu lenguaje corporal y tono de voz son la clave para que entiendan que algo no está bien.

6. Redirige.

Distrae y dirige el comportamiento de negativo a positivo. 

Por ejemplo, si está saltando sobre el sofá puedes decirle “veo que te apetece saltar, ven, vamos a saltar aquí que es más seguro”.

¡Mira el pájaro qué grande y bonito es! (Mientras le quitas el palo que había cogido).

7. Dile a tu hijo/a lo que sí puede hacer.

Los adultos suponemos que cuando le decimos no a nuestro hijo/a, directamente sabe lo que esperamos de él o ella, ¿verdad? Lamento decirte que no funciona así.

Sé que detrás de esos noes hay una necesidad por tu parte de garantizar su seguridad y su bienestar, por lo que vamos a buscar la fórmula en positivo de lo que quieres o esperas que haga tu pequeño/a con la información que le das.

En lugar de decirle «no toques ese enchufe», dile «cariño, tocar el enchufe es peligroso, ten cuidado».

8. Usa el sentido del humor, ¡hazlo divertido!

Como ya te he dicho antes, a los niños les encanta jugar y divertirse, por lo que siempre se van a mostrar mucho más colaborativos si le damos un enfoque divertido a las tareas.

Intenta dejar de lado las órdenes, si en vez de decirle ¡hay que subirse al coche ya!, le planteas ¡vamos a hacer una carrera hasta el coche!, estoy segura que conseguirás más rápidamente tu objetivo, sin dramas.

9. Involucra a tu hijo/a en tus tareas.

Los niños/as necesitan pertenecer, sentirse capaces y útiles dentro de la familia. 

Ofrécele un trapo cuando estés limpiando el polvo o pídele que te ayude a poner la lavadora, de verdad, les gusta mucho ayudar y sentirse útiles. 

10. Modela con tu ejemplo.

Siempre me gusta recalcar la importancia de ser consciente del impacto que tienen nuestras palabras y actos en nuestros hijos/as, porque esa conciencia es la que nos hace querer ser mejores personas, para ser el modelo que ellos necesitan.

Recuerda, los niños hacen lo que ven y dicen lo que escuchan, aprovecha cualquier situación para enseñar modelando.

Y hasta aquí el post de hoy, espero que estas herramientas te sirvan de ayuda y te alienten a empezar a trabajar con tus pequeños en construir esa relación saludable a partir del equilibrio entre la amabilidad y la firmeza. 

La disciplina positiva es una educación a largo plazo, pero ya verás como antes de lo que imaginas, empiezas a ver algunos resultados, y la satisfacción será enorme.

Te recuerdo que en la escuela Educar en Calma tienes a tu disposición varios cursos online para aprender a educar en calma, sin gritos ni castigos, ¡y todos están en promoción por el lanzamiento de la web! 

En el siguiente enlace tienes la información sobre todos ellos. Si tienes alguna duda, puedes contactar directamente conmigo, ¡te estoy esperando!

¿Estás aplicando ya alguna de las herramientas que te he enseñado en este post? Cuéntanos si has empezado a notar cambios en el comportamiento y actitud de tus hijos/as, seguro que sirve de motivación al resto de familias de la comunidad. ¡Te leemos en los comentarios!

¿Aún no estás inscrita al boletín semanal de Educar en Calma? ¡No te lo pienses más! Cada semana comparto contenido exclusivo y ofertas especiales para ayudarte en la crianza de tus hijos/as y mejorar la conexión de todos los miembros de la familia.

Un abrazo y gracias por estar aquí,

Photo by Marco Paulo Prado on Unsplash

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Elisa Molina

Experta en Educación Humanizada. Maestra, coach de familia y experta en Altas Capacidades. Conferenciante y ponente internacional. Autora del libro "Educar en Calma", ed. Teconté; y los cuentos "Con un susurro basta" y "Cerebro de monito", ed. Carambuco. Fundadora de Educar en Calma. ¿Cómo quieres que te recuerden tus hijos?
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