retrocesos
Retrocesos por la llegada de un hermanito

FECHA

La llegada de un bebé a la familia es un momento de la vida emocionante para cualquier papá o mamá. 

Un acontecimiento que nos ilusiona y hace que tengamos las emociones a flor de piel, y por supuesto, un momento muy importante a nivel familiar.

Ampliar el número de hijos significa tener que reestructurar la familia, volver a aprender y encajar las piezas del puzzle, algo que a todos nos preocupa al querer que se lleve a cabo de la mejor manera posible, sobre todo, al tener ya niños en casa.

¿Por qué puede llegar un niño a sentirse destronado?

La decisión de ampliar la familia cuando ya tenemos un hijo no es fácil y normalmente nos invaden muchas emociones y sentimientos encontrados al pensar en ello.

Llega un momento en el que aparece de nuevo ese deseo de tener a un bebé entre nuestros brazos, pero por otro lado, tenemos ese sentimiento de culpa al pensar en el hijo que ya tenemos, en el tiempo que no vamos a poder seguir dedicándole, la incertidumbre al pensar en cómo se tomará la noticia, cómo se sentirá cuando lleguemos a casa con el nuevo bebé… 

Pensamientos que en más de una ocasión nos hace retrasar la decisión, al menos, durante unos meses más.

Es cierto que la llegada de un nuevo miembro a la familia siempre es motivo de alegría, sin embargo, puede suponer un momento de estrés para el pequeño de casa.

Los niños interpretan el mundo de una forma diferente al no tener suficientes experiencias de vida. Nuestros hijos son muy buenos observadores pero su interpretación de la realidad aún es un poco limitada, así que con la llegada de un hermanito, los niños pueden llegar a sentir miedo.

Debemos recordar que siguen siendo pequeños, en muchas ocasiones, muy pequeños y el hecho de que llegue un nuevo miembro a la familia hace que pueda sentir que su pertenencia está en peligro.

Ponte en su situación, imagínate que dependes de una persona, y de un día para otro, esa persona está siempre ocupada, las 24 horas del día, con otro bebé recién nacido…

No sería difícil que pudieras llegar a sentir que tu supervivencia está en riesgo, ¿verdad? 

Este hecho, a nivel cerebral, hace que nos pongamos en modo alerta.

Una interpretación que lleva de la mano los celos, los malos comportamientos, rabietas, llamadas de atención y los temidos retrocesos tras la llegada del bebé.

¿Cuál es el origen de los retrocesos?

La lógica privada de nuestros hijos, limitada al tener un número determinado de experiencias de vida, hace que puedan sentir que no han sido lo suficientemente buenos con nosotros, que quizás no han sido tan valiosos, y por este motivo, nos hemos visto en la obligación de traer a otro bebé al mundo.

También pueden observar que con este nuevo ser todo el mundo reacciona de una forma particular, diferente y especial.

Vienen más visitas a casa para conocerlo, le traen muchos regalos, todo el mundo quiere cogerlo en brazos, se ríen en cuanto abre los ojos, hace cualquier movimiento o ruidito… ¡Incluso les hace gracia cuando hace caca o echa una bocanadita!

Todo esto puede provocar que se sienta desplazado y poco importante, así que, ¿qué puedo hacer para volver a captar la atención de mis seres queridos? ¿Qué puedo hacer para recuperar la conexión con mamá y papá?

¡Volver a ser un bebé!

Puede pensar que si actúa de nuevo como cuando era pequeñito, volverá a captar la atención de sus referentes -esas personas que garantizan su supervivencia- conseguirá volver a tener ese tiempo dedicado a él en cuerpo y alma, todos esos momentos de atención en exclusiva que tiene un bebé.

Esto es lo que provoca que los niños tengan esos retrocesos que tanto nos llaman la atención, volver a pedir de mamar, querer la leche en un biberón, ponerse un chupete, no controlar esfínteres…

Y no es más que eso, querer conservar esa conexión que garantiza su supervivencia.

¿Cómo se pueden evitar los retrocesos?

El tiempo del que disponemos es limitado, más aún con un bebé en casa, por lo que es un hecho que mamá y papá van a tener que repartir los cuidados y el tiempo entre sus hijos, algo que no vamos a poder eludir.

Es importante tener en cuenta que ampliar la familia es una decisión de los padres, no de los hijos, por lo que no podemos implicarlos en esta decisión, ya que si nos dice que no quiere ningún hermano y aún así, decidimos tener otro hijo, pueden sentir que su opinión no ha sido tenida en cuenta, algo que puede jugar en nuestra contra.

Pero sí es aconsejable preparar a los hijos para la llegada de un hermanito y sobre este punto, tienes dos post en el blog con las claves a tener en cuenta y mi propia experiencia personal que te pueden servir de mucha ayuda y te dejo a continuación:

¿Cómo se pueden solucionar?

Si has llegado a este post porque los retrocesos ya están haciendo acto de presencia te diré que más que solucionar, lo que puedes hacer es empatizar con tu hijo.

Intenta comprender cómo se está sintiendo en este momento, se está sintiendo desplazado y está sufriendo por ello, haciendo todo lo que está en su mano para “no perder el vínculo contigo”, y esforzarte por darle la atención que necesita y te está pidiendo a gritos.

Debemos conseguir que sienta que su supervivencia siempre va a estar garantizada, que no va a depender ni de la llegada de un hermano ni de cualquier otro acontecimiento, que papá y mamá siguen queriéndolo de forma incondicional.

Es importante que sigamos dedicándoles tiempo en exclusiva al hijo o los hijos que ya tenemos, que vean que sus padres, a pesar de tener a un recién nacido que requiere de mucho tiempo, también se esfuerzan por seguir pasando ratitos con ellos.

Las señales no verbales también nos sirven de mucha ayuda en estas situaciones.

Un guiño de ojos, un besito al aire, una mueca cariñosa y juguetona… Señales que podéis acordar juntos y que le vas a explicar que cuando crucéis las miradas y mamá se la haga, va a significar que “te quiero y estoy pensando en ti”.

Algo tan sencillo como esto les hace recuperar la conexión que a veces ellos sienten en riesgo y por la que pueden aparecer la rivalidad entre los hermanos.

En el canal de Youtube también tienes un vídeo en el que hablo sobre Cómo preparar la llegada de un hermano que te animo a ver si están esperando a tu segundo, tercer, cuarto, ¡o quinto hijo! y estoy segura de que te puede venir muy bien.

La llegada de un nuevo miembro a la familia es un acontecimiento ante el que necesitamos mucha calma, un momento donde a veces dormimos poco, estamos más cansadas, nos estamos recuperando del parto, tenemos muchas visitas, muchos comentarios no pedidos…

Y para poder sobrevivir a este periodo es fundamental el autocuidado, debemos encontrarnos bien para poder cuidar bien, así que una de las claves para superar con éxito y disfrutar de estas segundas primeras veces, es que te cuides.

Nutrirte de buenos alimentos, buenos cuidados, pedir ayuda cuando la necesites y espacio también, tiempo de calidad con tus hijos y sobre todo, ser consciente de que tu hijo lo único que quiere es no perder la conexión contigo que siente en riesgo.

Hasta aquí el artículo de hoy, espero haberte transmitido calma, serenidad, seguridad, haberte inspirado y que te lleves algún truquillo que te sirva de ayuda a la hora de recibir al nuevo miembro de la familia, con mucho cariño y mucho amor, y que todos los miembros de la familia podáis disfrutar de este momento tan especial.

¿Estás esperando un bebé? ¿Ya habéis hecho la presentación en casa? ¿Cómo estáis llevando la adaptación? Si te apetece, cuéntanos tu experiencia, seguro que sirve de mucha ayuda al resto de familias de la comunidad.

Un abrazo y gracias por estar aquí, 

Photo by Joshua Clay on Unsplash

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