verano en calma niños
Las claves para disfrutar de un Verano en Calma con niños

FECHA

Finales de julio y aún no me ha dado tiempo de saborear la época del año que más me gusta y disfruto junto a mi familia. Con el fin del colegio empiezan los temidos juegos de la conciliación, viéndonos envueltas en la vorágine de trabajo con niños en casa y malabares para lograr llegar a todo sin morir en el intento, ¿alguien más por aquí se ve reflejada en esta situación?

Así que tras mirar detenidamente el calendario y comprobar cuántos días me faltan para las vacaciones, he caído en la cuenta de que aún no te había dejado ningún artículo en el blog relativo a esta época del año, a cómo vivirla, qué hacer con las rutinas, qué hacer con los niños y cómo podemos aprovechar el verano, época en la que todo baja un poquito de ritmo e intensidad, para conectar con nuestros pequeños, no dejarnos atropellar por días interminables y niños descontrolados, cargar pilas y energía para empezar el nuevo curso con fuerza, seguridad, la jarra de paciencia y amor a tope y por supuesto, con mucha calma.

Rutinas en vacaciones, ¿sí o no?

Para empezar me gustaría señalar que no hay verdades absolutas, nada bueno ni malo en relación al tema de las rutinas en vacaciones. Cada familia tiene su estructura, sus preferencias y su situación particular, por lo que lo mejor para mí y mi familia, puede no serlo para la tuya, y no pasa nada.

Lo importante es encontrar vuestra fórmula, un equilibrio que os haga funcionar bien en familia mientras disfrutáis de las vacaciones. Porque lo que sí te aconsejo siempre es que aún manteniendo una rutina, la flexibilicemos un poquito para permitirnos disfrutar, conectar y vivir momentos especiales juntos, en familia.

Ya sabes que soy fiel defensora de las rutinas para los niños (que no de los horarios militares) y las necesitan para tener orden, estructura y seguridad, pero también es cierto que estamos en una época del año especial, más dirigida al descanso y el disfrute y no por pasar unos días de vacaciones en un hotel o camping olvidamos dónde está nuestro hogar, ¿verdad? 

Pues con las rutinas pasa algo similar, no porque un día, semana o mes nos acostemos más tarde, remoloneemos un poquito en la cama antes de levantarnos o se nos haga de noche en una larga jornada de playa, vamos a olvidar todo lo aprendido, quizá necesitemos unos días para retomar hábitos y rutinas, pero solo eso, nada que con un periodo de transición no podamos superar.

Si te apetece profundizar un poquito más sobre el tema de las rutinas en vacaciones, te dejo el acceso directo a un post que escribí hace un tiempo hablando de rutinas, verano y las diferentes formas de gestionarlas.

Planes para disfrutar con niños en verano

Es muy habitual al hablar de vacaciones con niños que nos agobiemos pensando en qué vamos a hacer ahora con los peques y cómo los vamos a entretener para que no se acaben subiendo por las paredes de casa, pero tranquila, es mucho más fácil de lo que nos imaginamos en un primer momento.

Nuestros hijos también están cansados del cole, de las actividades del día a día, incluso de los campamentos de verano. Este último trimestre ha sido muy largo, intenso, el calor ha llegado antes, algo que a todos nos afecta y nos hace estar más cansados, irascibles e irritables, por lo que nuestros peques también van a agradecer tener más tiempo libre sin obligaciones y poder disfrutar de largas tardes de piscina, montar unas tiendas de campaña en el jardín o dormir todos juntos con colchones tirados en el salón.

Aquí nuestras expectativas también nos juegan malas pasadas, las redes sociales y esas vacaciones idílicas que nos muestran nos hacen exigirnos y sentirnos culpables si no podemos ofrecer a nuestros hijos todas esas actividades que vemos ahí, pero nada más lejos de la realidad, nuestros hijos no necesitan nada de eso, nos necesitan a nosotros, felices, pasando y disfrutando de tiempo juntos mientras nos comemos unos bocatas en el patio viendo las estrellas o vemos una peli todos juntos comiendo palomitas… sin más.

Además, recuerda que aburrirse también es una opción, que es necesario para los niños porque les abre un mundo de posibilidades y creatividad que tienen en su interior, juegos y nuevas aventuras, por lo que no es necesario (ni recomendable) que estemos todo el tiempo y todo el rato estimulando a nuestros hijos.

Dejémosles su espacio para ser, inventar, experimentar, crear y vivir multitud de aventuras que solo van a encontrar dentro de ellos mismos.

Aún así, si necesitas algunas ideas porque estas olas de calor te dejen con la creatividad bajo mínimos, aquí tienes un post con 50 planes para disfrutar del verano con niños, pero actividades realistas, al alcance de todos nosotros, esas pequeñas cosas que tanto me gustan a mí y quedan grabadas tanto en la cabeza como en el corazón.

Cómo conectar con nuestros hijos estas vacaciones

Como podrás imaginar, los recursos y herramientas que te detallo a continuación no son exclusivas para el verano y las vacaciones, pero sí es cierto que al tener más tiempo libre y estar más descansados, es un buen momento para empezar a ponerlas en práctica, ir interiorizándolas y que se conviertan en parte de nuestro día a día, incluso sin tener que pensar en qué tenemos que hacer en cada momento para “hacerlo como lo queremos hacer”.

Siendo conscientes de que el error siempre va a estar ahí y es importante que lo veamos como la oportunidad para aprender que es, dejando la culpa y los juicios a un lado, sin obsesionarnos, dejándonos fluir, prestando atención a nuestros sentido común y nuestro corazón.

  • Cuida la forma de comunicaros en familia

Siempre hay una forma agradable, divertida, afectiva y efectiva de decir o pedir las cosas a nuestros hijos para que no se sientan atacados, juzgados o subordinados. Intentemos dejar las órdenes a un lado, ya verás como la comunicación fluye de otra forma y nuestros hijos (también nuestra pareja) se muestran mucho más colaborativos.

  • Trabaja la escucha activa

Si hay algo de lo que pecamos los adultos en muchas ocasiones es de hablar demasiado, pero es muy importante que nuestros hijos se sientan escuchados, que sientan que su opinión nos importa y es tenida en cuenta.

No es solo dejarles hablar, es poner atención y valorar lo que nos dicen, hay una gran diferencia que nuestros pequeños captan a la primera.

  • Mucho contacto físico

Es cierto que con el calor nos cuesta un poquito más acercarnos, pero besos, abrazos, caricias o masajes son siempre bien recibidos, nos ayudan a conectar y a sentir el vínculo tan profundo que hay entre nosotros.

Da igual la edad que tengamos, estas muestras de cariño siempre son importantes y necesarias. Pero ojo, sin obligar a dar besos ni abrazos, debemos respetar las decisiones y preferencias de nuestros hijos, si dicen que no, es no.

Quizá si es un poquito más mayor se muestre reticente a besos y abrazos en público, pero créeme que las sigue necesitando. Un guiño al cruzarnos por el pasillo, una caricia en el brazo o un beso antes de dormir es muy reconfortante, también para ellos. 

  • Muestra interés por las cosas que le gustan

Sorpréndele con pequeños detalles, esas cositas que sabes que tanto le gustan.

Respetar y valorar sus intereses y encontrar la forma de compartirlos con ellos, te ayudará a mejorar vuestra conexión.

Así que puede que haya llegado el momento de aprenderte los nombres de todos los integrantes de la Patrulla Canina, los jugadores del Real Madrid o hacer un máster sobre dinosaurios, pero te aseguro que hará que disfrutéis de grandes ratitos juntos.

  • Enfócate en las soluciones

Es posible (y probable) que al pasar más tiempo juntos surjan más conflictos y diferencias entre los miembros de la familia. 

Estamos acostumbrados a poner el foco en el error, en buscar a los culpables y ver la figura del adulto como un juez que restablece el orden gracias a castigos, gritos y palabras que pueden hacer mucho daño al autoestima de nuestros hijos.

Pero a día de hoy sabemos que estas técnicas conductistas no funcionan a la hora de enseñar a nuestros hijos esas habilidades que nos gustaría que tuviesen cuando sean mayores, porque ya con nuestras forma de actuar a la hora de afrontar esas situaciones les estamos enseñando cómo deben hacerlo.

Dejemos la culpa a un lado, dejemos de ser jueces. Es nuestra decisión, depende solo de nosotros decidir dónde nos vamos a enfocar, en ver el error como esa oportunidad para aprender, ser familia, apoyarnos, cuidarnos y buscar juntos soluciones o por el contrario seguir juzgando y penalizando los errores.

  • Tiempo en exclusiva

Como ya te he dicho antes, no son necesarios grandes planes. Cocinar juntos, salir a pasear al perro, leer un cuento, ir a la compra… Un ratito disfrutando de la compañía el uno del otro, sin distracciones y si es posible, haciendo una actividad que les guste mucho, nos hace recuperar el sentido, el foco y el sentimiento de pertenencia, de que seguimos siendo importantes para esos seres de referencia por los que tanto amor incondicional sienten, mamá y papá.

  • Tiempo de disfrute todos juntos

Hacer actividades juntos, en familia, fomentando la colaboración y cooperación de todos, como puede ser jugar a un juego de mesa, preparar vuestra cena favorita, ver una peli o disfrutar de jugar un partido de baloncesto hace que disminuyan las rivalidades, celos o malas relaciones que puedan surgir entre los hermanos. 

Fomentemos ese sentimiento de comunidad, de pertenecer, de ser parte de ese equipo que con tanta ilusión y amor hemos construido.

Un verano en calma, ¡es posible!

Conseguir mantener una buena conexión con nuestros hijos es mucho más fácil de lo que llegamos a pensar, pero es cierto que entre el trabajo, el estrés y las obligaciones de nuestros día a día se nos olvida, sobre todo si no nos cuidamos como merecemos y necesitamos.

El verano y las vacaciones son una gran oportunidad para retomar esos buenos hábitos y recuperar esa conexión que puede se haya enfriado y acaba desembocando en “malos comportamientos” de nuestros hijos.

Es importante tener en cuenta que aunque sean más bajitos que nosotros, tienen sus intereses, preferencias, les gusta ser escuchados, tenidos en cuenta y como a nosotros, no les gustan las órdenes ni exigencias.

Relájate, sé flexible, fluye sin reloj ni dispositivos móviles, reíros juntos todos los días, da igual que sean bromas, cosquillas, ríete de tus errores… Estos ratitos en familia os unirán muchísimo, os ayudará a descargar tensiones y lo más importante, vais a disfrutar y conectar muchísimo.

Feliz verano y felices vacaciones en familia y en calma.

Un abrazo y gracias por estar aquí,

Foto de Vidar Nordli-Mathisen en Unsplash

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