Educar hijos, cambiar de hábitos, modificar reacciones, pensamientos, emociones… no son cosas sencillas.
En internet tenemos mucha información de valor, recursos y herramientas, pero llevar a cabo las recomendaciones no siempre es fácil.
Merece la pena intentarlo, sin duda, y cuando no nos sale, es normal que sintamos que hemos fracasado. ¡Nada de eso! Intentarlo nunca puede ser un fracaso aunque el resultado no sea el deseado.
Recuerda siempre los siguientes puntos:
1. Quiérete
Eres una persona humana. Es normal que no todos los días sea el mejor de los días, permítete equivocarte.
2. Cuídate
Quizá estés pasando por un momento de mucho estrés, agobio, cansancio…
Pide ayuda, delega o analiza qué opciones tienes para que esas reacciones salgan cada vez menos.
3. Respira, serás madre todos los días
Fustigarte no va a mejorar nada, al contrario, hará que te sientas la peor madre del mundo.
Espero que encuentres en esta píldora un poquito de aliento, que te ayude e inspire a seguir trabajando para obtener tu mejor versión, para ti y para tu familia.
Si necesitas apoyo, aliento o aprender a implementar cositas, ¡estoy aquí! No tienes por qué vivir el proceso con dudas, miedos y en soledad.
Cuéntame, ¿qué es lo que más te cuesta “controlar” o gestionar? ¿Qué es eso que te “saca de tus casillas”?
Un abrazo y gracias por estar aquí,
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