Llega ese temido momento para cualquier madre lactante en el que las tomas empiezan a disminuir y tu hijo/a prefiere irse a jugar al parque antes que quedarse en tu regazo.
Observas como poco a poco tu bollito, que hace nada acababa de salir del horno, cada vez se asemeja más a un niño/a que a un bebé.
Y entonces aparece ese sentimiento…
¿Cómo voy a poder reemplazar los momentos de conexión que vivimos gracias a la lactancia?
Tranquila, sé exactamente cómo te sientes y puedo asegurarte, tras mi experiencia con mis cuatro destetes de mis cuatro hijos, que esa conexión NUNCA la vais a perder.
Es más, ese vínculo se generó mucho antes, cuando tu bebé se cocinaba dentro de ti y su música preferida para dormir era el latido de tu corazón.
Tu hijo va a crecer, va a ganar autonomía, cada vez hará más cositas por el mismo, y es algo a lo que no debemos tenerle miedo, al contrario, creo que no hay nada más maravilloso que poder acompañar a nuestros hijos a lo largo de los años y verle crecer.
Te necesita ahora y te va a seguir necesitando, siempre. Quizá de otra manera, quizá con otra intensidad, pero los hijos necesitamos a nuestros padres en todos los momentos de nuestra vida.
¡Lo único que va a cambiar son las formas!
Antes disfrutabais de esos momentos de conexión gracias a la lactancia materna, ahora disfrutaréis abrazaditos de una peli, de un abrazo calentito de esos que tanto gustan a Olaf o de dormir la siesta abrazaditos y cuando sea adulto, quizá disfrutéis de una infusión o café calentito mientras te cuenta los avances, miedos o inquietudes tras ser padre o madre de su propio hijo, pero siempre que cuidemos esa conexión, volverá a reconfortarse en los brazos de mamá o papá.
Me encantaría conocer tu experiencia y entre todas, poder ayudar a disminuir ese miedo a las mamás primerizas que se encuentran en esta situación. ¿Cómo viviste la reconexión con tu hijo/a tras el destete? Te espero en los comentarios.
Un abrazo y gracias por estar aquí,