Ya ha llegado, ya está aquí esa época del año que tanto agobio y estrés genera a cualquier papá o mamá con un niño o niña de dos añitos -y mucho más a los de tres- que en septiembre empiezan el cole de mayores y aún no han comenzado la tan famosa, pero a la vez desconocida, operación pañal.
Porque si tienes un hijo/a con dos añitos todavía tienes la suerte de poder pasar de puntillas esta entrada de buen tiempo y verano entre comentarios de familiares, amigos y vecinos del tipo “tienes que aprovechar el buen tiempo para quitarle el pañal” “ahora es el momento para hacerlo” “o lo haces ahora o no vas a conseguir quitárselo nunca”…
Y siempre os pido que, por favor, si conocéis a algún hombre o mujer que haya acudido el día de su boda con pañal, ponedme en contacto con él o ella porque necesito conocerle.
Bromas a parte, sé que es un tema que genera mucho malestar a las familias, incluso desacuerdos entre los miembros de la pareja por tanto comentario, sugerencia y exigencia de nuestro entorno.
Pero si además, estás cerca de los tres añitos, la cosa se pone un poquito peor ya que si el o la pediatra no te ha dicho aún que tienes que quitar el pañal porque está preparado para ello y no puedes dejarlo más, está la presión de empezar el cole de mayores y sí o sí, “tienen que ir sin pañal”.
Así que espero poder aportar un poquito de luz y calma a tu caso particular partiendo de la base de que siempre voy a defender a nuestros pequeños porque un niño de tres años no tiene los recursos para poder decirte “Mamá, papá, no estoy preparado para retirar el pañal aún, déjame ser, necesito llevar mi ritmo”.
Sigue al niño
Una frase que nos dejó María Montessori entre otras muchas de su maravilloso legado y un mantra que deberíamos grabar a fuego en nuestra piel.
Un lema que en ocasiones se nos olvida entre prisas, presiones y agobios, pero que deberíamos tener muy presente en nuestro día a día cualquier persona en contacto con niños/as.
Debemos conocer a la infancia para poder darle lo que necesita en cada momento y en esto de dejar el pañal no iba a ser diferente.
Es importante tener información -de la buena- y conocer cómo funciona el cerebro y el cuerpo de nuestros hijos. Estamos hablando de un proceso fisiopsicológico en el que entra en juego una parte física, neuronal, psicológica y emocional, por lo que retirar el pañal no es cuestión de tips, trucos o herramientas.
Dejar el pañal es un proceso complejo que requiere de tiempo, comprensión, empatía, conocimiento y responsabilidad por nuestra parte, si realmente queremos hacerlo de forma respetuosa hacia la infancia.
El proceso de control de esfínteres
Como su propio nombre indica es un proceso, y como tal, nos va a llevar un tiempo completarlo con éxito.
Esto no va de competiciones, de ver quién lo quita antes y más rápido, porque hay niños a los que les quitan el pañal de forma prematura y los escapes se prolongan durante meses, tienen que ir con varias mudas de ropa encima o consiguen aguantar durante el día pero por la noche siguen llevando pañal y ya consideramos que la operación pañal está completada con éxito.
No, retirar el pañal es mucho más, tiene consecuencias ahora y en el futuro de nuestros hijos, consecuencias en su autoestima y también en su propio control de esfínteres cuando sea adulto.
Estoy segura que eres capaz de aguantar las ganas de hacer pis durante muchas horas y esto es probablemente porque te obligaron a dejar el pañal de forma prematura.
Eso no es control, es retener, es llenar la vejiga hasta no aguantar más, es no ser capaces de hacer caca cuando sales de viaje por nervios y vergüenza a raíz de comentarios del tipo “qué mal huele la caca” “no toques que hay caca” “qué asco la caca”…
Comentarios que nos afectan y estoy segura que no quieres que queden grabados en tus hijos.
¿Qué puedo hacer para acompañar a mi hijo en este proceso?
En primer lugar observa al niño/a, ¿quiere saber qué hay en su pañal? ¿Está interesado por todo esto del control de esfínteres? ¿Por cómo haces pipi y caca? ¿Por cómo huele? ¿Por qué se produce?
Hay una serie de hitos que podemos ver cuando se acercan a un control de esfínteres real como por ejemplo si comienzan a esconderse detrás de las cortinas o debajo de la mesa para hacer caca, si no quieren que les cambies el pañal o intentan quitárselo…
Señales que debemos conocer y reconocer en nuestros hijos como parte fundamental del proceso.
Un proceso natural que antes o después se va a dar, y en este post que escribí hace un tiempo te explico un poquito más en profundidad en qué consiste, así que si te apetece profundizar en el tema te recomiendo que pases a echarle un vistazo antes de continuar leyendo.
Como apasionada y enamorada de los cuentos infantiles, siempre te recomiendo que aproveches este recurso tan útil y maravilloso también en el proceso de la retirada del pañal.
Cuentos que transmiten muchos aprendizajes, les ayuda a conocer el mundo que les rodea, lo que están sintiendo, en qué parte del proceso están, cómo pueden seguir creciendo y evolucionando…
Porque el miedo siempre está ahí, forma parte de nosotros, de nuestras vidas y en ocasiones lo que no quieren es crecer, ¿y si al hacerme mayor me quieren un poquito menos? ¿y si dejan de estar tan pendiente de mí?
De verdad, los niños son seres maravillosos, tienen un mundo interior mucho más grande y completo del que nos imaginamos, y siempre puede haber algún miedo, sentimiento o emoción oculta que no pueden transmitirnos de otra manera.
Ayudémosles a ponerles nombre, a canalizarlo a través de los cuentos, en este artículo te deje un listado de títulos infantiles que pueden servirte de ayuda a la hora de gestionar la retirada del pañal.
Dejemos ser a los niños
Cuando les dejamos ser, cuando les permitimos ser protagonistas del aprendizaje, el disfrute y la sensación de capacidad que sienten es brutal, así que este es un punto en el que también deberíamos pararnos a reflexionar los adultos.
Porque podemos dejar que el niño sea el protagonista de la retirada del pañal, decidiendo por sí mismo cómo, cuándo y dónde dejarlo.
Pero también podemos ser nosotros los protagonistas, tomando el control, decidiendo por ellos y por lo tanto, haciéndonos responsables de todo lo que ocurra.
Llevar ropa de cambio, estar pendientes de las horas, de cada cuánto va, estar constantemente preguntando… Si decides de forma unilateral quitar el pañal, fenomenal, no voy a juzgarlo, pero debes asumir esa parte activa, esa nueva tarea de la que después nos solemos quejar cuando ocurren los escapes o no salen las cosas como nos gustaría.
Si seguimos al niño, observamos en qué momento se encuentra y los pasitos que va dando, podremos apoyarle, acompañarle, guiarle poquito a poco, a través de cuentos, canciones, responder todas sus preguntas, pero siempre respetando su ritmo.
En la escuela Educar en Calma tienes una formación muy completa sobre la retirada respetuosa del pañal donde te explico detenidamente los hitos, los diferentes factores que influyen a la hora de dejar el pañal, control de esfínteres de día, de noche, en invierno o verano, si se puede adelantar o no, cómo hacerlo de forma respetuosa, y todas esas cosas que por mi experiencia, sé que te preocupan.
Hasta aquí el artículo de hoy, espero que te sirva de ayuda, te aliente y te calme ante la retirada del pañal de tu hijo, un proceso que con calma, cabeza y corazón, también puede disfrutarse, cuidando su autoestima, sentimiento de capacidad y la conexión que tienes con tus hijos.
Un abrazo y gracias por estar aquí,
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