Está más que demostrado, e incluso lo hemos vivido en nuestras propias carnes, que el sometimiento y la humillación no son buenos compañeros de viaje para la vida. Los padres tenemos autoridad simplemente por ser padres, pero no por ello debemos abusar de ella, es más, tenemos la responsabilidad de ser los mejores modelos de relación con nuestros hijos.
Bajo mi punto de vista, el autoritarismo no tiene ninguna relación con marcar límites claros, con un mensaje directo y firme, pero amable a la vez.
Tenemos a nuestro alcance mucha información, muchas formas de hacer las cosas. Es nuestra decisión elegir el camino y el medio que queremos utilizar en la educación de nuestros hijos, pero siempre desde el conocimiento y el respeto.
Para ayudarte a tomar la decisión, que no siempre es fácil, pero será la mejor para tu familia, en este post vamos a profundizar un poquito sobre las diferentes formas de educar, esos diferentes medios que nos llevan a un mismo fin y algunas alternativas que te ayudarán a empezar a cambiar las herramientas tradicionales por otras mucho más respetuosas y que si estás aquí, estoy segura de que te interesan y van a estar mucho más acorde con la línea educativa que quieres para tu familia.
¿Cómo decides llegar de Madrid a Roma?
Cada uno tiene sus preferencias, hay a quien le gusta desplazarse en avión y hacer un viaje rápido y directo, otros en tren, con sus correspondientes transbordos, hay quien decide hacerlo en autobús, aún sabiendo lo pesado que puede hacerse el viaje, también en coche o autocaravana con el desgaste que conlleva conducir…
La vida es así, hay muchos caminos diferentes que nos llevan a un mismo destino, caminos adaptados a los gustos de cada uno, formas diferentes de llegar a un mismo sitio, pero la cuestión es:
¿Cuál es el coste de elegir un camino u otro? ¿Qué pongo en riesgo cuando tomo la decisión de ir por un camino frente a ir por el otro?
Entiendo que el camino de la educación respetuosa puede llegar a ser muy desalentador, sin duda, todavía hay muchos mitos y creencias sobre estas corrientes educativas que nos hacen dudar.
Tenemos a nuestro alrededor a padres, hermanos, amigos, vecinos, conocidos… un montón de gente muy influyente para nosotros que nos cuestionan todo el tiempo, que parecen estar esperando tras la puerta a que nos equivoquemos, a que nuestro hijo estalle en una rabieta, a que no seamos capaces de controlar una situación para decirnos “ves, se te está subiendo a la chepa, ese niño hace lo que quiere contigo, no te respeta…”
Al final parece que no estés haciendo nada, que si no castigas o amenazas a tu hijo, si no “te impones como debes”, estás dejando todo a la suerte; pero nada más lejos de la realidad.
“Aún hoy en día nos cuesta entender que se puede educar a un niño sin pegarle ningún cachete o castigarlo, dejando las huellas donde hay que dejarlas, en el corazón, pero para mí no hay otro camino”.
3 razones por las que no volverás a castigar a tus hijos
- No es respetuoso
La dignidad deja de ser uno de los cimientos de la relación con tus hijos. Las relaciones horizontales se basan en principios como “tratar a los demás como nos gustaría que nos tratasen a nosotros”, así que en el momento en el que se introduce el castigo, cambiamos el paradigma y la relación pasa a ser vertical (uno gana y otro pierde, uno manda y el otro obecede).
- Es arbitrario
Los castigos dependen del adulto, del momento y de cómo te pille “esa mala conducta” de tu hijo, por lo que puedes acabar enviando mensajes muy contradictorios.
Te pongo un ejemplo:
Quizá para mamá es motivo de castigo que el niño no quiera comerse la verdura, mientras que papá puede pensar que no le gustan y no pasa nada, puede comer otra cosa.
El hecho de castigar a un niño sin comer hará que se coma la verdura, pero si le dejo el brócoli para cenar o desayunar, seguramente pensará que soy injusta, que yo sí como las cosas que me gustan y querrá “hacerme pagar” esta falta de respeto hacia él, sus gustos y preferencias de alguna manera.
- No le permite aprender de sus errores
El castigo no nos ayuda a que el niño vaya interiorizando normas de conductas sociales y aprendiendo de sus errores, simplemente se someterá al castigo e intentará evitarlo con todas sus fuerzas, apareciendo las mentiras, faltas de respeto y ausencia de responsabilidad ante sus propios comportamientos.
¿Por qué el castigo me funciona cuando quiero que mi hijo me haga caso?
Porque hablamos de conductismo y provoca una acción-reacción inmediata. Si un niño está pegando a otro y lo mandamos castigado a un rincón la conducta cesa, pero ¿cuánto dura? ¿nunca más va a volver a pegar? ¿nunca más se va a “portal mal”? ¿O intentará la próxima vez hacerlo sin que te enteres?
El castigo no es una opción respetuosa con la que los niños y niñas van a aprender y adquirir habilidades sociales y de vida a largo plazo. Además, el castigo va a depender de que estemos presentes, tomemos partido y juzguemos sus actos, en vez de buscar soluciones juntos.
Castigar a nuestros hijos no es la mejor opción porque provoca en los niños (y en los adultos) rebeldía, retraimiento, deseos de revancha y retraimiento, sentimientos que estoy segura que no quieres para tus hijos.
La ciencia ya nos ha demostrado que el castigo no es eficaz para educar a personas adultas competentes, responsables, líderes y con una capacidad de gestión emocional completa, valores que todos queremos que integren los más pequeños.
5 alternativas respetuosas al castigo
La comunicación es uno de los pilares fundamentales para poder estar conectados a nuestros hijos, así que te animo a probar estas nuevas fórmulas con las que te aseguro vas a conseguir que los peques de casa estén mucho más colaborativos y gracias a las que vas a conseguir redirigir sus comportamientos de forma respetuosa para todos, fomentando el buen ambiente de tu hogar y el bienestar familiar.
- Habla con tu hijo, sin juicios, críticas, sermones ni reproches, aborda el problema desde la calma y buscar soluciones juntos.
- Baja a su altura, mírale a los ojos y explícale de forma tranquila y con un lenguaje sencillo, que pueda entender según su edad, las consecuencias de sus actos.
- Observa, analiza y comprueba qué es lo que ocurre cuando tu hijo experimenta las consecuencias naturales de sus decisiones y acciones.
- Dale tiempo, ten paciencia y hazle ver cómo puede hacer sentir a otras personas con sus actitudes y comportamientos.
- Dedicale tiempo en exclusiva para evitar que necesite portarse mal para captar tu atención, aprende a mirar más allá de sus comportamientos.
Te vas a equivocar
Aunque queramos hacerlo a través del respeto mutuo, la confianza, la colaboración y cooperación de nuestros hijos, nos podemos equivocar, nos vamos a equivocar. Solemos poner el foco en los niños, queremos que “se porten bien” “hagan las cosas que tienen que hacer” y “nos obedezcan” a través de herramientas respetuosas y así, las herramientas no funcionan.
Cuando nos enfocamos en la obediencia los niños lo detectan, “nos huelen de lejos” porque seguimos sin respetarlos, no tenemos en cuenta sus necesidades, sus preferencias y no estamos siendo un verdadero equipo.
El cambio empieza en ti, da igual los comportamientos de tus hijos, si tu marido quiere o no educar de forma respetuosa, si tu suegra te dice que tu hijo necesita que te impongas, da igual las excusas de tiempo o dinero que quieras ponerte…
La varita mágica, los recursos, las herramientas, todo eso que estás buscando fuera para conseguir el vínculo y la conexión con tus hijos, ya lo tienes, está dentro de ti.
Yo puedo ayudarte a que salga a la luz, emprenderemos el viaje juntas, de la mano, en ningún momento te vas a sentir sola. Contarás con mi formación, experiencia y aliento.
Porque el camino de la maternidad, educar a nuestros hijos, no es fácil. Nadie nos enseña, aprendemos a través de nuestros ojos, de nuestras vivencias como niños y niñas. Un ejemplo que quizá no logra que saquemos nuestra mejor versión ni la que nos gustaría instaurar en nuestro hogar, somos conscientes de todas las heridas emocionales que tenemos y no queremos transmitir a nuestros hijos, porque queremos darle seguridad, un autoestima fuerte y una sana gestión emocional, algo que no se consigue a través de los gritos, castigos, premios, chantajes o amenazas.
Cuanto antes embarquemos, mejor
Da igual si estás embarazada, tengas un hijo de un año o de seis. A partir de los ocho o nueve meses nuestros pequeños empiezan a hacer cosas que no entendemos, pero te aseguro que todo tiene un sentido, un por qué y un para qué y si no los conocemos, si no sabemos observar e identificar, es muy difícil que empaticemos, que entendamos y que conectemos, de verdad, con nuestros hijos.
Cada vez puedes hacerlo un poquito mejor y formar parte de este cambio mundial. Porque si queremos un mundo diferente donde nuestros hijos se conviertan en adultos con criterio, libres, responsables, soberanos de sus decisiones, críticos ante lo que les puedan contar, no podemos educar en la obediencia.
Y no te hablo de educar a tu hijo para que se coma las verduras o recoja los juguetes, te hablo de un cambio profundo en el que vas a entender cómo funciona el ser humano, cómo funcionan las buenas relaciones, cómo vas a conseguir disfrutar de todas las etapas de la maternidad o paternidad desde la seguridad de que lo estás haciendo bien, da igual que tu hijo sea un bebé o un adolescente, vas a saber afrontar todos los retos de la crianza sin necesidad de buscar consejos o herramientas por las redes sociales, porque van a salir de dentro de ti.
Si quieres aprender a Educar sin Castigos,
tengo el taller perfecto para ti!!
Una sesión online intensiva de la que vas a salir con nuevas estrategias y herramientas que favorecerán la conexión y colaboración de tus hijos sin tener que volver a utilizar nunca más los castigos, premios, chantajes ni amenazas.
1 hora y media repleta de información de calidad de la que vas a salir con la hoja de ruta que necesitas para poder empezar a implementar esos pequeños grandes cambios a la hora de comunicarte y relacionarte con los más pequeños de casa y todas tus dudas resueltas, ya que reservamos un ratito para que puedas exponerlas y disiparlas.
Si tienes alguna duda, recuerda que estamos a tu disposición a través de WhatsApp en el 613055799 o el correo electrónico info@educarencalma.com
Si es tu momento, si estás preparada trabajar en profundidad en el modelo educativo que quieres para tu familia y el bienestar de todos los miembros de tu hogar, rellena el formulario que te dejo a continuación y reserva tu sesión de valoración gratuita, sin compromiso, en la que nos vamos a conocer personalmente, me vas a contar tu situación actual y vamos a estudiar tu caso en profundidad para empezar a trabajar en un plan 100% personalizado para ti y tu familia.
Un abrazo y gracias por estar aquí,
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