Estamos de acuerdo en que la idea de educar a nuestros hijos en el consumismo no nos gusta. Cierto. Pero me preocupa mucho que continuamente saquemos síndromes en la infancia (me estoy refiriéndome al “Síndrome del niño híper regalado” que está sonando en muchísimos artículos estos días) en lugar de poner el foco en los adultos que somos los responsables reales de lo que reciben nuestros hijos

Veréis, hay un lenguaje del amor que se llama regalos. Y fundamentalmente se caracteriza por manifestar el amor a través de obsequios y regalos. Hay adultos a los que les gusta regalar.

Y muchas familias tienen problemas para poder gestionar con familiares y amigos que se dejan llevar por esas intensas emociones y llenan los arboles de pequeños detalles que chocan con los deseos de los progenitores y con las necesidades de los niños.

Efectivamente este síndrome no existía en la época de mi abuela porque el regalo de Reyes podía ser tomarse un chocolate con pan o bollos… ¡y no había más! Pero es que la gente no tenía 💸

En este momento en el que tenemos de todo en cantidades infinitas conseguimos que los niños valoren poco pero es que no atendemos a sus necesidades reales. Este martes os dejé un post en el blog hablando de todo esto. A mi la regla de los 4 regalos me ayuda a poner un poco de cordura en casa. Pero somos flexibles (porque somos una familia normal, con nuestra humanidad e intensidad 😅)

Dejémosnos de adultocentrísmos también en Navidad. Los niños son niños y no son responsables de pedir. Ellos tienen que pedir y nosotros, como adultos, seleccionar, gestionar y tomar decisiones.

¿Creéis que existe el síndrome del niño híper regalado? ¿Y el del adulto híper regalador? Puestos a inventar 😂 yo pongo el foco en los adultos 💫