El comportamiento de los niños se debe principalmente al desarrollo y maduración propia de la edad, no son adultos en pequeñito.

Un niño no puede, ni debe, quedarse quieto. Es normal que con cuatro años no aguante tres horas de comida en un restaurante y acabemos corriendo apurados detrás de ellos entre las mesas -con el resto de comensales molestos- intentando cogerlos para que se queden quietos. 

Y en un caso como este, aunque te resulte difícil de creer, los niños no se están portando mal, están actuando conforme a su edad y desarrollo.

Están siendo niños de cuatro años con una necesidad de pulsión que hace que necesiten moverse como el respirar.

Hay normas que por su corta edad aún no han asimilado y sin embargo, no creo que la mejor solución sea no acudir con ellos a los sitios.

Es importante olvidarnos de las expectativas y hacer las cosas siendo conscientes de que vamos con niños, que sus necesidades son diferentes a las nuestras y está bien.

Debemos recordarles cómo hay que actuar ante las diferentes situaciones, y si vemos que algo se nos escapa de las manos y no lo podemos controlar, salirnos con él o ella, ponernos a su altura, volver a hablar y poquito a poco, verás como lo van interiorizando todo.

¿Piensas que tu hijo se lo toma todo a risa? ¿Hay algo que hayas dejado de hacer desde que nacieron tus hijos? ¿Alguna situación en la que pensaste tierra trágame? Te animo a compartir tus reflexiones con la comunidad.

Un abrazo y gracias por estar aquí,