Propósitos para el nuevo año 2019

FECHA

Empezamos el año nuevo 2019 y, como siempre, nos ponemos una larga lista de propósitos que queremos cumplir: nos apuntamos al gimnasio, nos proponemos comenzar con una dieta para eliminar esos kilos que hemos cogido estas navidades, nos marcamos la meta de leer, al menos, un libro al mes… ¿Y con los niños? ¿Qué hacemos con los niños?

Visualiza el año y visualízate a ti

Este año 2019 puede ser el principio de unas relaciones más tranquilas en casa. Es lo que queremos, es lo que deseamos. 

Y es genial querer tener relaciones horizontales con nuestra familia basadas en el diálogo, en la confianza, en el aliento, en el amor profundo que ya sentimos por cada uno de ellos… 

Pero hay que ser realistas. Los niños seguirán siendo niños que tendrán la edad que tengan y harán lo que tienen que hacer. 

No pongas el foco en ellos, el cambio está en ti, acéptalo. Tú, padre o madre que lees estas líneas, comprende que no son tus hijos los que tienen que cambiar. Los cambios en los demás no funcionan así. 

A veces pensamos que es el mundo el que tiene que cambiar y eso es imposible. Cada uno de nosotros lleva un proceso diferente, una perspectiva de vida distinta y única, un ritmo particular. 

El cambio sólo está en nosotros

¿Te gustaría que tus hijos dejaran de gritar? Comienza por hablar más bajito. 

¿Te gustaría que tuvieran más empatía? Analiza si la empatía está presente en ti en cada acto que realizas

¿Te gustaría que no recurrieran a la mentira? Piensa en qué pasa cuando dicen la verdad

Es difícil, lo sé. Ser coherentes en nuestra vida no es sencillo porque no siempre nos va bien hacer lo que debemos hacer. No es cómodo hacer lo que nos corresponde por responsabilidad frente a lo que nos apetecería hacer por placer. 

Pero es el mejor ejemplo que podemos dar. 

Muchas veces los adultos decimos una cosa y, sin embargo, hacemos otra diferente. Hablamos del valor de decir la verdad y luego mentimos delante de los niños para pagar una entrada menos en el cine o el autobús. Pueden parecer tonteras pero nuestros hijos quizá no nos escuchen cada día en cada momento, pero nos observan, ver cómo nos enfrentamos a las diferentes situaciones de nuestro día a día y “nos aprenden”. 

No aprenden las cosas que les decimos sino que absorben las cosas que hacemos. 

Por eso en muchas ocasiones su comportamiento es el nuestro y nos chirría porque nos ponen un espejo delante y nos muestras cómo gestionamos nosotros las cosas. 

Poniendo el foco en nosotros

Así que este 2019 podemos trabajarnos a nosotros mismos, proponernos retos con los niños pero empezando por nosotros, tomando como punto de origen dónde estamos ahora, qué dificultades tenemos y hacia dónde queremos ir, cómo queremos que sean los niños y cómo queremos que nos recuerden cuando ya no estemos

El otro día mi hijo mayor me decía que él no quería ser mayor -algo que de primeras me dejó impresionada porque yo recuerdo mi infancia queriendo ser mayor- y cuándo le pregunté por qué me dijo “porque si yo soy mayor, tú será viejita y quiero tenerte mucho tiempo conmigo”. 

La pureza de los niños es así de limpia y sin filtros. A veces te dejan con la boca abierta y te dicen con otras palabras que lo estás haciendo bien porque el mensaje de amor está llegando. 

Propósitos para el 2019

Este 2019 disfrutemos con ellos, sin culpas, sin miedos, también sin filtros y disfrutando de esta esencia que tienen al ser pequeños

Trabaja cosas contigo mismo, dedícate tiempo, cariño, amor hacia ti mismo, cuídate para poder ser tu mejor versión y dar lo mejor de ti

Ríete mucho, que te salgan arrugas de tanto reír, de sus locuras, de sus frases alegres, que te duela la barriga y puedan ver que el humor es fundamental para afrontar la vida con optimismo y gratitud

Lidera a tu familia desde el amor, desde la comprensión, desde la empatía, desde la solidaridad, desde una mirada más pura y llena hacia los niños, buscando soluciones y alejándonos de la culpa, del culpable, de la humillación de sentirse mal… 

Y vive, vive mucho y vive bien. Se amable con los demás. Hay una frase del libro Wonder que dice: 

“Cuando puedas elegir entre tener razón o ser amable, elige ser amable”.

Wonder. R.J. Palacios

Dicen que el que calla otorga, pero no creo que sea siempre cierto. Aportar paz en el mundo a veces lleva consigo, aparentemente, ser despistado o no enterarnos de ciertas cosas. Pero la tranquilidad de uno mismo vale su peso en oro. 

Y ahora que tenemos todo un año para hacer cosas nuevas con nosotros mismos: ¿cómo vas a hacer tu lista de propósitos esta vez?

Espero que te haya servido este post y que puedas enfrentarte a tu lista del año nuevo con ilusión y calma para que las relaciones familiares se vean llenas de amor y respeto. 

Y si quieres que hablemos a nivel personal, 

[product id=»12741″]

Un abrazo y gracias por estar ahí, 

Y si quieres escuchar el podcast, te dejo el enlace directo a continuación:

Si deseas implementar la educación humanizada con tus hijos, reserva tu llamada sin compromiso

El primer paso lo das tú

Comienza aquí con la Educación Humanizada