Me está costando escribir este artículo porque todos sabemos que Pablo falleció el sábado 25 de febrero y aún está muy latente su pérdida. Sin embargo, no quería dejar pasar mucho tiempo para analizar con detalle la figura de Pablo y todo lo que ha hecho y conseguido con 20 años.

Conocí el caso de Pablo a través de mi marido, profesor de secundaria y bachillerato, en la rama que tiene la etiqueta de “marías” pero que, sin embargo, son fundamentales y necesitan el apoyo y el valor de ser las materias que hacen que los chicos piensen sobre el sentido de la vida, las metas hacia las que nos dirigimos y el tipo de persona que queremos ser.

Reflexión y acción

En un mundo acelerado como el que tenemos, siempre viene bien tener alguna hora a la semana para que nuestros adolescentes reflexionen, desde la calma y la tranquilidad, sobre qué mundo es el que queremos, qué está pasando ahora y cómo podemos contribuir para mejorarlo.

Es verdad que todos queremos cambiar el mundo, acaban con las guerras, con el hambre y también conseguir la Paz Mundial, pero no siempre estamos dispuestos a hacer algo en nuestro día a día con la gente que tenemos alrededor.

Pedimos que nuestros gobernantes hagan, tomen decisiones y está genial que reflexionemos a la hora de elegir a nuestros políticos, pero hay cosas que podemos hacer nosotros con nuestro compañero de clase o de trabajo, con nuestros hijos, con nuestra pareja… Se trata de actitud hacia lo que queremos conseguir -eso grande hacia lo que aspiramos- y también tomar conciencia y ser coherentes con aquello que deseamos.

Pablo, un ejemplo para todos

Quizá por eso el mensaje de Pablo ha sido, sin duda, inspirador y motivador para tantas personas. Su sonrisa, su actitud de querer vivir cada día con ilusión, con ganas, con alegría… No ha pasado por la vida en balde.

El hecho de tener leucemia y visibilizarlo a través de las redes sociales hizo que todos nos tomáramos unos minutos para reflexionar sobre el tema. No consistía en sentir pena o lástima por este joven -que bien podría haber sido nuestro hermano, nuestro sobrino, nuestros hijo-, sino en ver qué podríamos hacer.

Y se consiguió que mucha gente acudiera a donar médula. Consiguió que todos fuéramos más conscientes de que la investigación y la financiación es fundamental, la tarea del personal sanitario es impresionante y digna de mencionar, y consiguió que todos parásemos un poco en nuestros días de locura y leyéramos con atención esas palabras de aliento y agradecimiento hacia la vida.

Pablo ha fallecido, pero su mensaje sigue ahí. Os voy a dejar uno de sus mensajes para que veáis la grandeza de este joven, que, a mi parecer, nos da una lección de vida:

He tenido una reflexión que me gustaría compartir con vosotros.
Vivimos en un sistema de vida en el que trabajamos y ganamos dinero por tiempo, es decir vivimos por y para el tiempo.
Vivimos esclavos de este sistema que se basa en la pura burocracia.
El planeta se está degenerando poco a poco, lo estamos destruyendo, derretimos los polos, producimos sin control, provocamos guerras, asesinamos personas y un largo etcétera que hacen que este mundo alcance su fin y todo esto lo estamos produciendo por dinero.
No somos felices con lo que tenemos, siempre queremos más.
La vida se debe basar en lo básico que se necesita y vivir en un sistema que realmente mire por cada persona y por cuidar este impresionante planeta lleno de belleza.
Tenemos que ser más felices y ver realmente lo que estamos haciendo por y para el mundo, tenemos que empezar a darnos cuenta de la importancia que tienen realmente las cosas y valorar las verdaderamente importante.
Demos más amor, primero a uno mismo y después a el mundo.
Hasta que no te quieres a ti mismo no puedes querer a los demás.
Demos más sonrisas, demos más abrazos, demos más paz , demos la mejor versión de nosotros mismos.
Demos gracias a la vida por darnos el gran lujo de poder despertarnos cada mañana , seamos más agradecidos. ??❤