Llegamos al último post de la temporada y quería cerrar este capítulo intenso de Educar en calma hablando sobre madre y padres perfectos e imperfectos.
Y es que todos, en el fondo, sentimos que a veces lo hacemos mal, nos equivocamos, estamos cansados y no respondemos bien, tenemos altas/bajas expectativas con nuestros hijos y los/nos frustramos, pasamos mucho/poco tiempo con ellos y nos sentimos culpables…
Así que he pensado que, teniendo un mes de agosto por delante para descansar y disfrutar con los niños, ¿por qué no hacer un pequeño homenaje a todos los padres y madres que luchan cada día por ser mejores para ellos mismos y para sus hijos?
Reconozco que esto de la mater/paternidad a veces nos vuelve un poco obsesivos en querer “hijos perfectos”, hijos educados que sonrían, respondan educadamente a todo el mundo, sean amables, coman de todo y, si puede ser, que no se pongan malos. 🙂
Y el tema de las redes sociales tampoco ayuda demasiado cuando estamos inmersos en algún problema con nuestros hijos: rabietas, celos, salidas de todo, exceso de libertad, exceso de normas…
Opiniones nos encontraremos muchas, evidentemente, y todas entiendo que serán razonadas y justificadas, aunque es cierto que con algunas opiniones nos encontraremos más a gusto por nuestra forma de entender la crianza con nuestros hijos.
También creo que en los blogs y webs de maternidad, crianza y educación, vais a encontrar partes buenas de la vida de las personas porque tendemos a mostrar partes bonitas de nuestro día a día.
Es verdad que a mucha gente le gusta ver que todos somos normales, tenemos días mejores y días peores, pero a veces, nosotros mismos somos los que preferimos, por respeto a nosotros y a nuestros hijos, guardar esos momentos más críticos y mostrar la parte positiva, porque siempre hay parte positiva.
Con todo esto simplemente os quiero decir que todos, por mucho que nos preocupemos por la educación, sigamos formándonos, sigamos leyendo, trabajando, observando a nuestros alrededor y analizando… ¡Todos! Tenemos días peores, días de echarnos a llorar, de explotar, de querer coger un avión y viajar a una isla desierta…
Así que recordad:
- Es fácil educar a los hijos de los demás con teorías de un lado o de otro, pero que cada padre y cada madre conocer y ama a sus hijos como nadie jamás podrá hacerlo.
- No siempre hay una varita mágica para cambiar ciertas rutinas familiares y es ahí dónde la lectura de experiencias de otros padres, madres y educadores nos hace abrir los ojos y pensar en otros métodos o formas que quizá puedan funcionar.
- Que no os podéis olvidar de que vuestros hijos tampoco son perfectos pero que no es la meta de nadie conseguir hijos perfectos porque queremos hijos felices.
- Vosotros, que estáis al otro lado de la pantalla leyendo estas líneas, sabéis que queréis lo mejor para vuestros hijos y mirareis en una y en otra página intentando obtener información para conseguir que vuestra familia –entera- esté en equilibrio y sea feliz.
Y con esto me despido hasta septiembre, mes en el que volveremos con las pilas cargadas, con nuevos artículos y con novedades que harán crecer esta joven web.
Voy a dejar programadas entradas para todos los nuevos seguidores de Facebook, para que podáis leer los post que han ido saliendo.
Aunque intentaremos pasar todo nuestro tiempo en familia y un poco desconectados de las redes sociales, prometo mirar el correo una vez al día y contestar correos, así que podéis escribir con confianza a contacta@educarencalma.com
Os deseamos un maravilloso mes, lleno de momentos geniales en familia, en pareja, con amigos y, sobre todo, en calma, con vosotros y con los niños.
Acordaos de capturar momentos con la cámara de fotos (podéis compartirla en IG con el #educarencalma y etiquetándome @educarencalma –estoy preparando una sorpresa entre los participantes, así que no lo dudes y participa- 😀 ) y con el corazón ♡
Un abrazo y gracias por estar ahí,