Conocemos la escuela: BILOBA GROWING MONTESSORI

FECHA

Hoy os traigo una entrada diferente pero que me hace especial ilusión porque significa abrir mi casa para que podamos conocer espacios educativos respetuosos con la infancia y que siguen principios que, a mi parecer son fundamentales. 

Hoy entramos en una preciosa escuelita Montessori que me enamoró cuando la conocí y a la que le deseo una larga trayectoria porque tiene un proyecto precioso detrás. Pero prefiero callarme ya y darle paso a Marina Barroso, la persona que está detrás y que os lo va a contar todo mucho mejor que yo.

Cuéntanos, ¿quién es Marina Barroso?

Soy maestra, guía Montessori y mamá: tres aspectos determinantes que me hicieron cambiar la mirada hacia el niño, y fundar este proyecto. Sentía que no se daba respuesta a las necesidades de los niños en las aulas (quizás por los métodos, por las ratios, por la mirada del adulto…por todo a la vez) Tras varias formaciones me decidí a certificarme como guía Montessori, y la necesidad de aportar todo lo interiorizado y dar una oportunidad diferente a mi hijo y otros niños fue lo que determinó que Biloba surgiera.

¿Cómo definirías Biloba Montessori?

Biloba Montessori es un proyecto de acompañamiento respetuoso a la infancia mediante la filosofía Montessori ubicado en el municipio de Las Rozas (Madrid). Es un proyecto familiar con el que tratamos de dar respuesta a las necesidades reales de los niños de manera integral así como facilitar la conciliación de la familia. Los grupos son reducidos para poder atender a su individualidad. Las guías acompañan desde el máximo respeto al niño, preparan un ambiente seguro y facilitan la conexión del niño con éste siempre siguiendo sus ritmos. Los pequeños desde el principio se sienten cómodos en el ambiente (comienzan acompañados por sus familias y van siendo cada vez más independientes en el espacio y socialmente). Satisfacen sus necesidades de exploración en un ambiente de seguridad física y psíquica, lo que ayuda a su rápida vinculación. 

Cuéntanos cómo es vuestro día a día…

Los pequeños  acuden a la escuelita donde son recibidos por sus acompañantes y compañeros sin prisas. Las familias procuran dar tiempo a los niños a acomodarse al espacio, cambian su calzado por otro más cómodo y enseguida buscan en que ocupar su tiempo.

Tienen libertad sobre el ambiente para elegir el material con el que trabajar, poco a poco van aprendiendo a moverse en el espacio, a transportar con cuidado los objetos. Son respetados si necesitan descanso, y autónomos para elegir el momento en el que almorzar (solos, en compañía, comparten sus almuerzos…)

Libertad y respeto

Cada día es único y diferente.  Hay niños que prefieren el rincón de lectura y ven cuentos uno tras otro; otros eligen movimiento; siempre hay algún niño creando en la zona de arte; otros solos o en pequeños grupos eligen materiales de su interés. 

Hay quien necesita contacto y mimos de sus acompañantes, y prefieren acompañarlas durante la jornada. De esta manera aprovechan y observan a sus compañeros (quizás mañana prueben ese material que han estado observando).

Los materiales

Los materiales con los que trabajan desarrollan diferentes habilidades y muchos de ellos están conectados entre sí (cultura y lenguaje, sensorial y matemáticas, vida práctica y coordinación…) Por ello la libertad de elegir ayuda a cada niño a trabajar a partir de sus intereses reales y su momento evolutivo.  Durante una hora y media aproximadamente, no son interrumpidos en su actividad.

El ambiente cuidado

Cuando el ambiente indirectamente empieza a pedir un cambio de espacio o dinámica, vamos recogiendo entre todos y nos sentamos juntos. Es el momento de saludarnos, contarnos cosas importantes, ver en qué día estamos, cantar canciones o elegir algún cuento para escuchar en grupo. 

A veces aprovechamos este momento para recordar a modo de juego alguna norma de gracia y cortesía (hablar bajito, caminar por el ambiente, como dirigirnos a los compañeros…).

Tras este tiempo en el ambiente, cada día los niños disfrutan de un largo tiempo al aire libre, en cualquier época del año.  La transición de un ambiente a otro es algo a cuidar y aprovechamos para darles tiempo en su autonomía (vestirse, asearse, ayudar a los compañeros a calzarse…)

Y poco a poco van saliendo tranquilos al jardín. Es momento de imaginar, de correr, de saltar, de trepar, de hacer juegos en grupo, de descubrir detalles de la naturaleza, de charlar con los compañeros o con las guías.

Las guías acompañan

Algunas veces un niño/a quiere seguir con algún trabajo dentro, y una de las acompañantes se queda con el/ellos. Hay que respetar cada necesidad, para que ellos poco a poco también vayan siendo seres respetuosos.

Vamos recogiendo entre todos y hacemos alguna dinámica juntos para entrar al ambiente con la energía calmada. Los mayores ponen la mesa, los pequeños trabajan su autonomía aseándose.

Juntos comparten un momento social muy importante. Hablan respetándose los turnos, algún niño está siempre atento para ver quien no tiene agua y servirle, es digno de observar.

Y cuando acaban, en la medida de sus posibilidades colaboran en la recogida. Después suelen elegir cuentos o descanso mientras esperan a su familia. 

Y, así, día tras día, van creando una pequeña comunidad.

Más información

Si queréis más información, os dejo el acceso a su web y las redes sociales.

Bilobamontessori.com

Instagram.com/bilobamontessori

Facebook.com/bilobamontessori

Gracias, Marina, por tu tiempo, por las imágenes y por compartir con nosotros un trocito de tu espacio. Te deseo todo lo mejor. 

Espero que os haya gustado este espacio educativo tan bonito. Podéis dejar vuestros comentarios a continuación y, si hay alguna duda, Marina os la resolverá cuando pueda. 

Un abrazo y gracias por estar ahí, 

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