Querida mamá: es normal no llegar a todo

El otro día me contaba una mamá que tiene un sentimiento muy fuerte rondando por su mente cada vez que sus hijos se enfadan: es ese sentimiento de frustración que comienza por la cabeza, se calienta, llega a la garganta y baja hasta el corazón mientras escuchas una voz interior de “todo lo hago mal”.