¿Cómo son los niños educados con amor y con respeto?

FECHA

Tener hijos, estar en contacto directo con la infancia, supone aprender cada día. Es curioso, pero cuando estudiaba en la universidad soñaba con cómo sería el día en el que estuviese rodeada por niños en mi clase, de diferentes padres y madres que, sin saberlo -aunque muchos sí eran conscientes de ello-, me estarían dejando su mayor tesoro bajo mi atención y cuidado.

También pensaba en cómo sería como madre, en qué valores me apoyaría para ir formando a esas personas que moverán el mundo.

Un día entré en el aula por primera vez y vi que los niños, dependiendo del contacto y el cariño que hubieran tenido, también daban más amor y cuidados.

Un día, pocos años más tarde, sostuve a mi primer hijo entre mis brazos y decidí apostar por ese amor infinito que sentí y siento cada día cuando los miro.

Sé que moverán el mundo, pero también sé que hoy ya lo están moviendo. Son personas completas, aprendiendo a relacionarse, aprendiendo a convivir, aprendiendo y enseñando. Porque, por muy pequeños que nos creamos que son, siempre enseñan.

Enseñan a valorar lo más importante: el cariño.

Y es que el cariño es tan necesario como los alimentos. De hecho, los últimos avances médicos están apostando por un contacto casi pleno en las salas de prematuros, porque necesitan a sus padres casi más que el comer.

¿Cuántos abrazos das cada día a tus hijos? ¿Les dices a tus alumnos que te importan? ¿Cuántas veces dices “te quiero”?

Las personas somos seres sociales, necesitamos el contacto con otras. Necesitamos sentirnos importantes, que nuestra opinión es tenida en cuenta, que pertenecemos a nuestro grupo, a nuestra familia, a nuestra clase, a nuestro equipo de fútbol o a nuestro círculo de amigos del parque.

Todos queremos pertenecer. Todos. Y cuando vemos a niños que son educados con cariño, con respeto, con límites -claros y adecuados a su edad-, con la seguridad de saber que sus padres o profesores confían en ellos, en su criterio, en que aprenderá a pesar de equivocarse, dando pequeños pasos que lo llevarán a convertirse en una persona con criterio, responsable, sin miedo al error, con ganas de intentarlo y de aportar. Porque todos queremos aportar algo a la sociedad, ¿o no?

La economía de las caricias

De hecho, todos aportamos, todos damos lo que recibimos, así que demos más abrazos, demos más cariño, demos más amor, más serenidad al mundo, más calma, más tranquilidad, más sonrisas, más humor, demos más.

Os voy a dejar un vídeo precioso que habla de “La otra economía”. Hay una teoría desarrollada por Claude Steiner llamada “la economía de las caricias” que pone de manifiesto que nacemos hombres y mujeres, pero nos convertimos en seres humanos gracias a las caricias, la compasión, el afecto a fin de cuentas. Esta teoría explica los efectos que produce en el ser humano el hecho de crecer y vivir con afecto o sin él. Estamos colaborando con ellos para la difusión de este vídeo y del proyecto de voluntariado que tienen y que todos deberíamos conocer. Podeís pichar aquí mismo para conocerlo de primera mano

El proyecto de voluntariado que tienen detrás es maravilloso y creo que todos podríamos colaborar con las entidades que hay detrás: Cruz Roja, Down España, Fundación Codespa o el Banco de Alimentos. Seguro que, de alguna forma, todos podemos contribuir a crear un mundo más justo.

Respecto a la teoría de las caricias, sí se sabe que, muchos niños que por diferentes circunstancias (guerras, muerte de sus padres, desastres naturales, secuestros) se han criado en orfanatos, aunque tuvieran las necesidades básicas de alimentación e higiene cubiertas, sus cuerpos generaban mecanismos de enfermedad y muerte. Hoy sabemos que la parte afectiva es vital para crecer.

Así que si aún te preguntas cómo será un niño educado con amor y respeto, la respuesta es muy sencilla: será un ser humano excepcional porque se le ha alimentado con afecto y eso, es básico para crecer.

Recordad que nada puede hacer más feliz a un ser humano que otro ser humano que lo trate con el respeto y cariño que toda persona merece y necesita.

Un abrazo y gracias por estar ahí,

* Para más información sobre la campaña «La otra economía», puedes acceder directamente en www.laotraeconomía.com

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