Los deberes de los niños, ¿son necesarios?

FECHA

Con el curso ya comenzado creo que es buen momentos para que todos: padres, hijos y educadores de las diferentes etapas reflexionemos sobre la importancia -o no- de los deberes escolares. 

Se escucha de todo en este debate intenso sobre si los deberes son necesarios, innecesarios, convenientes o una fuente de conflicto entre padres e hijos, además de una intromisión en el tiempo familiar.

Hoy me gustaría que, a través de la reflexión, todos comenzáramos a pensar y mirar de otro modo los deberes escolares.

El día normal de un niño

Los niños, en muchas ocasiones, pasan largos periodos de tiempo en el colegio o instituto. La jornada laboral se ha pasado al colegio y muchos niños pasan más tiempo en el espacio escolar que sus padres en sus trabajos -llegan antes que sus padres y salen un ratito después cuando pasan a buscarlos-.

El día no es corto tampoco para los chicos: clases, algún recreo para desconectar, más clases, comedor, tiempo de juego, más clases, extraescolares… Se podría decir que tienen poco tiempo para aburrirse, crear, investigar,…

Sé que muchos pensáis que con el tiempo de los recreos es suficiente, ¿sabíais que los presos, en la cárcel, pasan entre dos y tres horas al aire libre? ¿No deberían pasar, los niños, más tiempo que un preso?

Volviendo al tema que nos concierne, llega la hora de ir a casa, o quizá a alguna extraescolar más y luego a casa. Y, cuando por fin parece que el día ha terminado, aún les quedan deberes para repasar todo lo que han hecho en clase.

Los deberes, a examen

¿Es que no son suficientes las horas que pasan en el colegio como para que, además, tengan que llevar horas extra?

Y, claro, aquí hay dos partes: el niño/a que quiere descansar antes de volver a hacer cosas del colegio -recordemos que acaba de salir- y los padres, que queremos que terminen lo antes posible para que puedan estar tranquilos. Ya sabemos el refrán: «primero la obligación y luego la devoción».

Total, que ni hablar de ir una tarde al cine con tus padres y hermanos -bueno, puedes ir, pero esa noche te acostaras más tarde y mañana tendrás sueño y estarás poco descansado-.

Si tienes un cumpleaños, ya sabes que luego se te juntarán las tareas escolares, el baño, la cena y pasar algo de tiempo con la familia -tiempo necesario, sin duda, si queremos que padres e hijos compartan experiencias, aprendizajes y se conozcan-.

Si se te han roto las zapatillas y hay que salir a buscar unas, sabes que todo jugará en tu contra y tendrás que sacrificar tu tiempo de descanso, de juego, de desconexión…

Y si pregunto a los profesores, muchos me dirán que son necesarios para que asienten los conocimientos del día, que vayan aprendiendo responsabilidad y que solamente son cuatro ejercicios -porque siempre son pocos- de su asignatura. ¡Y es verdad! Son cuatro de una asignatura, cinco de otra, tres de otra, una lectura de otra, preparar un examen de otra…

Añadiendo trabajo a casa

Lamentablemente, a ningún adulto nos gusta llevarnos tarea a casa y, cuando lo tenemos que hacer, nos da un poquito de rabia perdernos esa tarde con nuestros hijos, retrasar nuestro tiempo de deporte o tener que cenar poco, mal y tarde por acabar ese dichoso informe que no podía esperar. ¿Os suena?

Ahora pensemos en los niños. Pensemos en las familias y pensemos en si no existe otra forma de que los niños asienten conocimientos, si es necesario que lleven tareas a casa, si no será posible la gestión de los tiempos de clase de otra forma o de si no nos centramos demasiado en un temario y en una editorial en concreto.

Los deberes crean desigualdades

La OMS ya ha pedido que se extingan los deberes escolares. Uno de los motivos para que se pida que se quiten es, precisamente, las desigualdades que crea porque no es lo mismo el niño que puede tener acceso a un profesor particular, una academia o unos padres que pueden ayudarle, que otro niño que no tenga acceso a esos servicios.

El colegio, el ambiente educativo, nunca debería crear desigualdades. Podemos pensar que lo normal es que en todas las casas haya internet, libros de consulta o una biblioteca cerca, pero no siempre es así.

Otro tipo de deberes

Sin embargo, no creo que el debate que hay hoy en día sobre deberes sí o deberes no deban enfrentar a profesores y padres pues creo, firmemente, que la labor de padres y docentes es trabajar en equipo porque ambos buscan lo mejor para los chicos y chicas.

Hay edades en las que los deberes deberían ser pasar tiempo con la familia, salir a jugar al parque, explorar el campo, rutas de senderismo, hacer deporte, preparar un bizcocho o aburrirnos para crear algo divertido y sorprendente.

Aprender a disfrutar de la vida, organizar el tiempo libre, jugar, divertirnos, ir a comprar, preparar la cena… Son actividades que pueden y deben hacer los niños y jóvenes. Además, son tareas que ayudar a que sean responsables, a que colaboren y sean corresponsables en el hogar.

Crear enfrentamientos entre la escuela y la casa no va a ayudar a los alumnos a mejorar. Debemos hacer autocrítica sobre nuestro sistema educativo, dejar de poner parches y apoyarnos entre los tres pilares fundamentales para obtener lo mejor de nuestros chicos que, sin duda lograrán ser, los mejores en el futuro.

¿Qué pensáis vosotros? Podéis dejar vuestra opinión en los comentarios, seguro que todos aportamos nuestras ideas y conseguimos seguir reflexionando sobre este interesante tema.

Un abrazo y gracias por estar ahí,

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